Kitano Gempo, abad del templo de Eihei, tenía noventa y dos años cuando falleció en el año 1933. Se había esforzado toda su vida para no apegarse a nada. Como mendigo errante, cuando tenía veinte años, conoció a un viajero que fumaba tabaco. Mientras caminaban juntos por una carretera de montaña, se detuvieron bajo un árbol a descansar. El viajero le ofreció una pitada, que él aceptó, ya que tenía mucha hambre.
— ¡Qué agradable es este hábito de fumar —comentó el futuro abad.
El otro hombre le dio una bolsa de tabaco y papel para armar, y se separaron.
Pero Kitano se dijo: "Estas cosas agradables pueden perturbar la meditación. Antes de que esto vaya demasiado lejos, voy a detenerlo...”. Así que arrojó de inmediato el equipo de fumar.
Cuento de la tradición budista zen.
miércoles, 27 de octubre de 2010
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