— Padre — preguntó el hijo menor de Nasrudín —, ¿por qué hablas tan poco y escuchas tanto?
— Porque tengo dos oídos y solo una boca.
Cuento de la tradición sufí.
sábado, 29 de agosto de 2009
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Cuentos que iluminan, enseñan, curan y ayudan a vivir.
2 comentarios:
Cuantos deberian imitar esto...
creo que el mundo entero.
Que hermoso cuento, no lo conocía.
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