El día en que Menájem Méndel de Vitebsk fue designado rabino de los jasidim de Minsk, se ubicó en el podio y leyó ante la congregación la carta de nombramiento, plena de elogios y alabanzas, que le habían enviado los dirigentes de la comunidad.
El sabio dijo:
— ¡Feliz de mí! Dentro de ciento veinte años, cuando llegue el momento de abandonar este mundo, me presentaré ante el tribunal celestial con esta carta de nombramiento y demostraré que soy estudioso y justo, modesto y piadoso. Si hicieran falta testigos, podré mencionar a los dirigentes de la comunidad que firman esta carta. Pero si me preguntaran: “¿Y tú, Méndel? ¿Qué dices tú de ti mismo?” Allí se me acabarán todos los argumentos.
Cuento de la tradición jasídica.
martes, 21 de julio de 2009
Y tú, ¿qué dices de ti mismo?
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1 comentario:
mmmmmm nuestra conciencia es eljuez mas despiadado de nuestros actos o no?????
un besito, me hacen pensar estas cosas eeee....
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