viernes, 24 de julio de 2009

La calabaza amarga

A un grupo de sus discípulos, que estaban tremendamente ilusionados con una peregrinación que iban a emprender, les dijo el Maestro:
— Llevad con vosotros esta calabaza amarga y aseguraos de que la bañáis en todos los ríos sagrados y la introducís en todos los santuarios por los que paséis.

Cuando regresaron los discípulos, la amarga calabaza fue cocinada y posteriormente servida como comida sacramental.
— Es extraño — dijo con toda intención el Maestro después de haberla probado —. El agua sagrada y los santuarios no han conseguido endulzarla.

Cuento de origen desconocido.

1 comentario:

Monica Gudiño dijo...

El que nace barrigon es añudo que lo fajen jajajajj,no se eso decia mi abuela... o no por mucho madrugar se amanece mas temprano...
estoy rimpomporoteante para los dichos jajajja,es sabado es por eso..

abrazossssssss