Mientras meditaba en su habitación, un discípulo creyó ver a una araña descendiendo frente a él. Cada día, la criatura amenazadora volvía, más y más grande.
Tan asustado estaba el estudiante, que fue a ver a su maestro para contarle el problema. Le dijo que planeaba colocar un cuchillo en su regazo durante la meditación. Así, cuando apareciera la araña, la mataría.
El maestro le desaconsejó este plan. En su lugar, sugirió que llevara consigo un pedazo de tiza y que, cuando apareciera la araña, le marcara una X en el vientre.
El discípulo regresó a la meditación. Cuando apareció nuevamente la araña, se resistió al impulso de atacarla e hizo lo que el maestro le había dicho.
Más tarde, fue a contarle lo sucedido. El hombre sabio le pidió que se levantara la camisa y mirara su propio vientre. Ahí estaba dibujada la X de tiza.
Cuento de la tradición budista zen.
jueves, 30 de julio de 2009
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