Había una vez un hombre que vivía al lado de una carretera donde vendía unas ricas albóndigas con pan. Estaba muy ocupado y por lo tanto no oía radio, no leía diarios ni veía televisión. Alquiló un trozo de terreno, colocó una gran valla y anunció su mercancía gritando a todo pulmón: "Compren deliciosas albóndigas calientes".
La gente se las compraba. Aumentó la adquisición de pan y carne. Alquiló un terreno más grande para poder ocuparse de su negocio, y trabajó tanto que dispuso que su hijo dejara la Universidad donde estudiaba Ciencias Comerciales a fin de que lo ayudara.
Sin embargo, ocurrió algo inesperado; su hijo le dijo: "Papá, ¿tú no escuchas la radio, ni lees los periódicos...? ¡Estamos sufriendo una grave crisis! La situación es realmente mala. ¡Peor no podría estar!".
El padre pensó: "Mi hijo estudia en la Universidad, lee los diarios, ve televisión y escucha la radio. Debe saber mejor que yo lo que está sucediendo"
Compró entonces menos pan y menos carne. Sacó el cartel de publicidad, canceló el alquiler del terreno con el fin de eliminar los gastos y ya no anunció sus ricas albóndigas con pan. Y las ventas fueron disminuyendo cada día más.
"Tenías razón, hijo mío", le dijo al muchacho. "Verdaderamente, estamos sufriendo una gran crisis".
Cuento de origen desconocido
domingo, 4 de enero de 2009
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