Se cuenta que, en el siglo pasado, un turista americano fue a la ciudad de El Cairo, con el fin de visitar a un famoso sabio. El viajero se sorprendió al ver que el sabio vivía en un cuartito muy simple y lleno de libros. Las únicas piezas de mobiliario eran una cama, una mesa y un banco.
— ¿Dónde están sus muebles? — preguntó el turista.
Y el sabio, rápidamente, también preguntó:
— ¿Y dónde están los suyos?
— ¿Los míos? — se sorprendió el turista —. ¡Pero si yo estoy aquí solamente de paso!
— Yo también... — concluyó el sabio.
Cuento de origen desconocido
viernes, 2 de enero de 2009
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