Cierto día Mara, el Maligno, atravesaba un pueblo de la India con sus asistentes cuando vio a un hombre que caminaba meditabundo. De pronto, el rostro del caminante se iluminó de asombro: acababa de descubrir algo en el suelo.
Uno de los ayudantes le preguntó al Maligno qué era.
— Un trozo de verdad —replicó éste.
— ¿Y no te molesta cuando los seres humanos encuentran un pedazo de la verdad?
— No —respondió Mara—, porque inmediatamente después lo convierten en una creencia.
Cuento de la tradición hindú.
lunes, 13 de diciembre de 2010
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