Un hombre golpeaba fuertemente una roca, con rostro duro, sudando. Alguien le preguntó:
— ¿Cuál es su trabajo?
Y contestó con pesadumbre:
— ¿No lo ve? Picar piedra.
Un segundo hombre golpeaba fuertemente otra roca, con rostro duro, sudando. Alguien le preguntó:
— ¿Cuál es su trabajo?
Y contestó con pesadumbre:
— ¿No lo ve? Tallar un peldaño.
Un tercer hombre golpeaba fuertemente una roca, transpirado, con rostro alegre y distendido. Alguien le preguntó:
— ¿Cuál es su trabajo?
Y contestó ilusionado:
— Construir una catedral.
Cuento de origen desconocido.
miércoles, 29 de diciembre de 2010
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