Aquel pequeño caracol emprendió la ascensión a un cerezo en un desapacible día de finales de primavera.
Al verlo, los gorriones de un árbol cercano estallaron en carcajadas:
— ¿No sabes que no hay cerezas en esta época del año?
El caracol, sin detenerse, replicó:
— No importa. Ya las habrá cuando llegue arriba.
Cuento de origen desconocido.
domingo, 26 de diciembre de 2010
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