domingo, 23 de agosto de 2009

El pájaro y sus tres consejos

Una mañana de primavera, un hombre atrapó un pájaro por medio de un cepo. Entonces, el pájaro le habló a su captor de la siguiente manera:
— Noble señor, has comido muchos bueyes y corderos, has sacrificado innumerables camellos y nunca has quedado satisfecho. Tampoco lo vas a quedar conmigo. Déjame ir y a cambio puedo darte tres consejos. El primer consejo te lo diré posado en tu mano, el segundo en tu tejado, y el tercero en un árbol. Déjame partir, pues estos tres consejos te traerán prosperidad.

Aquel hombre aceptó el acuerdo y le pidió que le diera el primer consejo.
— El primero, que diré en tu mano, es éste: “No creas las cosas absurdas que escuches”

Cuando el pájaro hubo dicho el primer consejo en la palma de la mano, fue liberado. Luego se posó en el muro de la casa y dijo:
— El segundo consejo es: “No te aflijas por lo que ya ha pasado”.

Dicho esto, el pájaro se posó en el árbol y prosiguió:
— En mi cuerpo hay escondida una inmensa perla. Esta joya era tu fortuna y la suerte de tus hijos. Se te ha escapado, pues no estaba en tu destino el adquirirla.

Al escuchar tamaña afirmación y viendo que se le había escapado la fortuna de sus manos, el cazador comenzó a dar gritos y a lamentarse de su mala suerte. Al observar la actitud del hombre el pájaro le dijo:
— ¿No te había aconsejado que no te afligieras por lo que ha pasado? Puesto que es algo pasado y terminado ¿por qué te apesadumbras? O bien no has comprendido mi consejo, o eres sordo. Y tampoco has recordado el primer consejo que te di: “No creas una afirmación absurda”. Oh, buen hombre, yo soy muy pequeño. ¿Cómo puede haber dentro de mí una perla tan grande?

El hombre se recobró y le pidió al pájaro:
— Oye, dime ahora el tercero de los consejos excelentes.
— Bueno — dijo el pájaro —, ¡has hecho tan mal uso de los otros dos consejos que te di, que no veo por qué habría de darte el tercer consejo en vano!

Cuento de la tradición sufí.

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