domingo, 2 de agosto de 2009

Cuestión de gustos

Había una vez un misionero que ponía gran empeño en su trabajo e intentaba predicar los evangelios a un grupo de caníbales.

A los caníbales les molestó tanto su actitud insistente que decidieron comérselo para la cena. Se disponían a freír al misionero en una olla de aceite hirviente cuando éste rogó, asustado:
— Por favor, no me comáis.
— Lo que uno come — filosofó uno de los caníbales — es cuestión de gustos. A ti te encanta comer carne de vaca y nosotros preferimos la de misionero.

Cuento de Krishnamurti.

1 comentario:

Monica Gudiño dijo...

sobre gustos no hay nada escrito... aunque hay cada gustos que deberian aprender a saber porqque se gustan jajaj.