Suiwo, el discípulo de Hakuin, era un buen maestro. Durante un período de retiro veraniego, llegó hasta él un alumno proveniente de una isla meridional de Japón. Suiwo le dio el siguiente problema: "Escucha el aplauso de una sola mano."
El discípulo trabajó durante tres años pero no logró resolverlo. Una noche, se acercó llorando a Suiwo y le dijo
— Debo volver al sur lleno de vergüenza porque no encuentro la respuesta.
— Espera una semana más y medita constantemente — le recomendó el maestro. Pero el tiempo transcurrió sin ningún resultado.
Cuando el alumno volvió a manifestarle su fracaso, Suiwo insistió:
— Inténtalo otra semana.
Pero siete días después, la escena se repitió. Finalmente, en su desesperación, el discípulo pidió ser liberado de la tarea. Esta vez, el maestro dijo:
— Medita durante tres días más y luego, si no encuentras la respuesta, suicídate.
Al segundo día, el discípulo alcanzó la iluminación
Cuento de la tradición budista zen.
sábado, 7 de agosto de 2010
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