Una vez hubo tres hombres que miraban desde lejos hacia una casa blanca que se erguía solitaria sobre una verde colina. Uno de ellos dijo:
— Aquélla es la casa de doña Ruth. Es una vieja bruja.
— Te equivocas —dijo el segundo hombre—, doña Ruth es una hermosa mujer que vive allí consagrada a sus sueños.
— Ambos se equivocan —dijo el tercero—. Doña Ruth es la arrendataria de esta vasta tierra y extrae sangre de sus siervos.
Y continuaron su camino discutiendo acerca de doña Ruth.
Cuando llegaron a un cruce encontraron a un anciano y uno de ellos le preguntó:
— ¿Podrías contarnos algo sobre doña Ruth, la que habita aquella casa blanca sobre la colina?
El anciano levantó la cabeza y sonriendo dijo:
— Tengo noventa años y recuerdo a doña Ruth desde niño. Pero doña Ruth falleció ochenta años atrás. Y ahora la casa está vacía. Los búhos anidan en ella algunas veces, y la gente dice que el lugar está embrujado.
Cuento de Gibran Khalil Gibran.
lunes, 2 de agosto de 2010
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