viernes, 25 de septiembre de 2009

No revuelvas demasiado el yogurt

Nasrudín, necesitado de dinero, decidió fabricar yogurt y venderlo.

Debido a su inexperiencia, muy poco alimento resultó utilizable. Tomó entonces un jarro, lo llenó de barro y colocó encima una capa delgada de yogurt.

Luego, se dirigió al mercado y se lo ofreció a un amigo que tenía un almacén.

Este, antes de pagarle, optó por probar la mercadería: tomó una cuchara, revolvió el yogurt y al instante el barro salió a relucir.
— ¡Pero Nasrudín! —exclamó el comerciante sorprendido—. Debajo de esta fina capa de delicioso yogurt hay un barro infecto.
— Es habitual —dijo el mullah—, siempre que se revuelve algo delicioso por arriba puede encontrarse una sorpresa desagradable por abajo.

Cuento de la tradición sufí.

No hay comentarios: