Cierta vez, un escorpión le pidió a una rana que lo llevara sobre su lomo hasta el otro lado de un arroyo.
—Si lo hago, me clavarás tu aguijón —dijo la rana atemorizada.
—Te aseguro que no —repuso el escorpión—. Si me cruzas al otro lado, te daré lo que más desees.
No del todo convencida, la rana aceptó el trato y comenzaron la travesía. Pero en el medio del arroyo, el escorpión clavó su aguijón en el lomo de la rana. Mientras ambos se hundían, la rana alcanzó a exclamar:
— ¡Ahora, los dos moriremos! ¿Por qué has hecho esto?
Y el escorpión contestó:
—Está en mi naturaleza.
Cuento popular africano
jueves, 27 de noviembre de 2008
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