martes, 16 de junio de 2009

Las mil puertas

Un rey se hizo construir un magnífico palacio, compuesto de innumerables habitaciones, en el que no se podía entrar más que por una única puerta.

Las personas que quisieron ver a su soberano, tras haber entrado en el edificio, vieron abrirse por todos lados mil puertas más, que daban a auténticos laberintos. No pudieron encontrar al rey.

Cuando el príncipe se dirigió a palacio para ver a su padre, penetró por la puerta de entrada y reparó de inmediato en que todas las siguientes no eran sino el reflejo de una sola. La abrió y encontró a su padre, sentado delante de él.

Cuento de origen desconocido.

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