viernes, 26 de diciembre de 2008

Ignorancia

Había una vez dos amigos no demasiado inteligentes. Se despertaron a medianoche y uno le dijo al otro:
— Sal fuera y dime si ya ha amanecido.

El hombre salió al exterior y comprobó que todo estaba muy oscuro. De vuelta explicó:
— Está todo tan oscuro que no me es posible ver si el sol ha salido.

Y el otro repuso:
— No seas tonto. ¿Acaso no puedes encender una linterna para ver si ha salido el sol?

Cuento de la tradición budista zen

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