domingo, 7 de diciembre de 2008

El tonto en la ciudad

Había una vez un tonto que llegó a una gran ciudad y quedó confundido por la cantidad de gente que había en las calles. Temiendo que, si se dormía, al día siguiente no podría encontrarse a sí mismo en medio de semejante muchedumbre, ató un globo a su tobillo a fin de poder reconocerse.

Un bromista, dándose cuenta del hecho, esperó a que se durmiera, le sacó el globo y lo ató a su propia pierna. Luego, se acostó a dormir en el piso junto a él. El tonto despertó primero y vio el globo. Inmediatamente pensó que el otro hombre era él y lo zamarreó gritando:
— Si tú eres yo, entonces, ¿quién soy yo, y dónde estoy?

Cuento popular judío

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