A un visitante, que se definía a sí mismo como "buscador de la verdad", le dijo el Maestro:
— Si lo que buscas es la verdad, hay algo que es preciso que tengas por encima de todo.
— Ya lo sé: una irresistible pasión por ella.
— No. Una incesante disposición a reconocer que puedes estar equivocado.
Cuento de origen desconocido
lunes, 13 de abril de 2009
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2 comentarios:
Ay!!! creo entonces que nunca hallaré la verdad...
Reflexiva y tecleando me has dejado...
BESOS
Ah!
ME ENCANTO!!!
SALUDOS...
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