viernes, 15 de julio de 2011

Los dos pastores y el rey

Había una vez un rey, descendiente de una antigua y poderosa dinastía, que había sido despojado del trono por la adversidad y estaba huyendo de sus enemigos.

El rey estaba empapado por la lluvia, en medio de una zona pantanosa, cuando llegó a una pequeña choza. Pensó descansar allí pero, al entrar, se encontró a dos pastores envueltos en mantas para protegerse del frío.

Amablemente, le dieron la bienvenida y compartieron con él algo de pan, queso y cebollas, que era la única comida que tenían.

El soberano les dijo:
— Algún día, cuando recobre mi reino, os pagaré con moneda propia de un rey.

Sucedió que, aunque los dos pastores habían sido igualmente generosos, no se comportaban en todo de la misma forma.

El primer pastor comenzó a decirle a toda la gente que él era mejor que un noble, pues había dado comida a un rey cuando no había nadie más que lo hiciera.

Pero el segundo pastor, reflexionando, se dijo a sí mismo:

“El haber estado en la choza y tener un poco de comida fueron simples accidentes. Ofrecerle comida al rey fue una acción normal. Pero nuestro soberano quiso interpretar estos hechos como algo de mérito. Ahora, yo debo inspirarme en su ejemplo y hacerme digno de tal nobleza”.

Dos o tres años después, el rey recuperó su reino y mandó llamar a los pastores. A cada uno se le dieron valiosos regalos, y los dos tuvieron posiciones poderosas en la corte.

Pero el primer pastor, que no había hecho ningún esfuerzo por mejorar y prepararse, no tardó en tomar parte en una intriga de la corte y fue ejecutado.

Por el contrario, el segundo pastor trabajó tan bien y con tal lealtad que, cuando el rey llegó a una edad avanzada, fue nombrado y aceptado como su sucesor.

Cuento de la tradición hindú.

1 comentario:

Alfredo dijo...

Un rey justo.
Salu2.