miércoles, 25 de noviembre de 2009

El último suspiro

— ¿Cuál es la muerte ideal? —preguntó Tamar al Rabí Desconocido.
— Aquella cuyo último suspiro no perjudica a nadie; aquella cuyo último suspiro recuerda el crujido de los árboles en otoño. Un posible fuego consolador. Manzanas de oro dulce en la boca de algún niño.
— Sin embargo —comentó ella—, ninguna perífrasis poética nos exime del dolor de la pérdida.
— No se trata de evitar el dolor o la muerte sino de darles sentido. Los grandes maestros saben cuándo van a morir. Los Justos, deciden el día y la hora.
— Pero la pérdida... —insistió Tamar.
— El Padre encuentra todo lo que se pierde —respondió el Desconocido—. ¿Por qué preocuparse?

Cuento de la tradición jasídica.

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