martes, 8 de marzo de 2011

El gran tesoro

En una oportunidad un hombre tuvo un sueño muy extraño en el cual vio a su vecino que le decía que tenía un gran tesoro para él.

Ni lerdo ni perezoso, por la mañana, ni bien se despertó, se presentó ante aquél y le contó lo sucedido.
—Seguramente te estarás refiriendo a este rubí —respondió el vecino mientras sacaba de su bolsillo una piedra hermosa y brillante—. Pues bien, si soñaste que debo entregártelo, aquí lo tienes. Es tuyo.

Era un rubí único en el mundo, de un valor incalculable. Nuestro hombre aceptó el ofrecimiento, lo tomó en sus manos y con el producto de su venta adquirió todo tipo de propiedades, palacios, campos, etc. En fin, comenzó a llevar una vida de magnate, tal cual fuera su sueño de siempre.

Pero, como suele pasar en estos casos, el hombre, a pesar de toda su riqueza, -o quizás a causa de ella- no estaba satisfecho con su existencia y comenzó a sentirse deprimido. Y así, en medio de su crisis, una a una comenzó a vender todas sus pertenencias hasta que logró reunir la suma total invertida, con la cual adquirió nuevamente el rubí en cuestión. Entonces regresó a lo de su vecino, el dueño original de la piedra preciosa, y se la reintegró diciéndole:
—Evidentemente me confundí. El verdadero tesoro no es este rubí, sino aquel don que tú tienes en tu interior: el don de la nobleza y la generosidad. Ése es el gran tesoro.

Cuento de la tradición jasídica.

3 comentarios:

Alfredo dijo...

Perdona Graciela, ¿no habrás cambiado la palabra Lerdo por Tardo?
DRAE.
Lerdo, da.
(Etim. disc.).
1. adj. Dicho comúnmente de una bestia: Pesada y torpe en el andar.
2. adj. Tardo y torpe para comprender o ejecutar algo.
3. f. Veter. Tumor de las caballerías cerca de la rodilla
Salu2.

Alfredo dijo...

Perdona Graciela, es que en España decimos "ni tardo ni perezoso"
Salu2.

Graciela Pérez Aguilar dijo...

Alfredo, en Argentina decimos "ni lerdo ni perezoso". Pero gracias por la aclaración. Este español nuestro es tan diverso...