miércoles, 26 de enero de 2011

Atlas

Atlas estaba parado, con las piernas bien abiertas, cargando el mundo sobre sus hombros. Hiperión le preguntó:
— Supongo, Atlas, que te pesará más cada vez que cae un aerolito y se clava en la tierra.
— Exactamente —contestó Atlas—. Y, por el contrario, a veces me siento aliviado cuando un pájaro levanta vuelo.

Cuento de Enrique Anderson Imbert.

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