lunes, 19 de abril de 2010

Un cuento oriental

La historia transcurre en Bagdad. Un anciano enfermo fue ayudado por un joven ante unos desalmados que querían robarle. Por su valentía y generosidad, el anciano quiso premiarlo y, llevándolo a un jardín lleno de flores, lo incitó a elegir uno de los tres frutos de un árbol que tenían las siguientes características: el fruto blanco concedía la sabiduría, el fruto escarlata daba la riqueza y el amarillento causaba una irresistible atracción en las mujeres ancianas.

El joven pensó un rato: Si se volvía muy sabio, no tendría muchas ganas de vivir; si era muy rico todo el mundo lo envidiaría; lo mejor sería escoger el tercer fruto. Y así lo hizo. El anciano lo alabó en la elección: era sabio y rico ya. El joven le preguntó: "¿Dónde vive la madre del califa?''. Y para allá se fue.

Cuento de origen desconocido.

1 comentario:

Alfredo dijo...

Pregunto: ¿No sería un tanto arriesgado, enamorar a la vieja mujer del califa?. Por ser el califa, en lugar del califa, tal vez te costara el cuello.