viernes, 30 de octubre de 2009

Una devota budista

La madre de Zhai Youngling era una devota budista. Para demostrarlo, pasaba todo el día recitando los sutras. Cierta vez, su hijo la llamó intencionalmente.
— Aquí estoy —respondió la rezadora sin moverse, y continuó con sus plegarias.

Unas horas después, el joven la volvió a llamar y la respuesta fue la misma. Pero, entrada la noche, la madre se disgustó:
— ¿Acaso no me ves? ¿Para qué me llamas sin cesar?
— Apenas te he llamado tres o cuatro veces y ya estás molesta conmigo. ¿Cómo se sentirá Buda, a quien llamas durante todo el día?

Cuento de origen desconocido.

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