martes, 30 de agosto de 2011

La puerta

Cierta vez, un derviche llegó a una ciudad y, mientras caminaba por la plaza, vio a una mujer que llevaba sobre sus espaldas una pesada puerta. Curioso, el hombre le preguntó:
—¿Por qué cargas eso?
—Porque esta mañana, al salir a trabajar, mi marido me ha dicho: “Hay objetos de valor en casa. Que nadie pase por esa puerta”. Por lo tanto, al salir, me he llevado la puerta conmigo. Para que nadie pueda pasar por ella.
—¿Quieres que te diga una cosa para que no tengas que cargarla? —le propuso el derviche.
—¡No! — exclamó ella—. Lo único que podría ayudarme es saber cómo hacerla menos pesada.
—Eso no puedo decírtelo —contestó el derviche, y siguió su camino.

Cuento de la tradición sufí.

1 comentario:

María Iholanda Rondón dijo...

Me encantan los cuentos y es genial la idea de poder compartirlos por esta via, aqui dejo algo también para compartir
http://mariaiholandarondon.blogspot.com