Estabas a ras de tierra y no te vi. Tuve que cavar hasta el fondo de mí para encontrarte.
Cuento de Juan José Arreola.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Cuentos que iluminan, enseñan, curan y ayudan a vivir.
Buscar
Visitas
Seguidores
Archivo del blog
-
▼
2011
(237)
-
▼
junio
(30)
- Corte de pelo en horario de trabajo
- Dinero falso
- Ventana sobre la palabra
- La montaña
- La vuelta del maestro
- El significado real de los viajes
- Las tres preguntas
- Ágrafa musulmana en papiro de oxyrrinco
- Ovejas negras
- Los tres gusanos de seda
- El hombre más pobre de la ciudad
- ¡Espero estar muy enfermo!
- Demostración
- Etapas de una búsqueda
- El anuncio
- El modo de hacer la cama
- Deseos
- La roca
- La verdad sobre Sancho Panza
- El río
- Ventana sobre la palabra II
- Proporción
- Mudanza imprevista
- Llenar de agua un colador
- Doble trabajo
- La palmera y la piedra
- La mejor mentira
- El burro perdido
- Las granadas
- Palillos de marfil
-
▼
junio
(30)
-
►
2010
(280)
- ► septiembre (22)
-
►
2009
(334)
- ► septiembre (30)
Datos personales
Mi otro blog de cuentos y leyendas
Etiquetas
- Cuentos del budismo zen (150)
- Cuentos hindúes (61)
- Cuentos jasídicos (60)
- Cuentos sufíes (216)
- Cuentos taoístas (29)
- Otros cuentos (397)
- Sitios de interés (9)
No hay comentarios:
Publicar un comentario