martes, 29 de diciembre de 2009

Ultimo aviso

Se dice que el maestro zen Tanzan escribió sesenta tarjetas postales el último día de su vida. En cada tarjeta se podía leer:

Estoy saliendo de este mundo.
Este es mi último aviso.

Tanzan
27 de julio de 1892.


Cuento de la tradición budista zen.

lunes, 28 de diciembre de 2009

La pasión de decir 2

Ese hombre o mujer está embarazado de mucha gente. La gente se le sale por los poros. Así lo muestran, en figuras de barro, los indios de Nuevo México: el narrador, el que cuenta la memoria colectiva, está todo brotado de personitas.

Cuento de Eduardo Galeano.

domingo, 27 de diciembre de 2009

En busca de un maestro

En cierta ocasión, Bankei estaba trabajando en su jardín cuando llegó un hombre que buscaba un maestro, y le preguntó:
— Jardinero, ¿dónde está el maestro?

Bankei se rió y repuso:
— Atraviesa esa puerta y dentro lo encontrarás.

El hombre dio la vuelta y entró. Con sorpresa, vio a Bankei sentado en un sitial. Era el mismo hombre que había visto fuera, el jardinero.

El buscador exclamó:
— ¿Estás tomándome el pelo? Baja de ese sitial. Lo que haces es un sacrilegio,

Bankei bajó, se sentó en el suelo y dijo:
— Bueno, ahora tienes un problema. No vas a encontrar a ningún maestro por aquí porque yo soy el maestro.

Cuento de la tradición budista zen.

sábado, 26 de diciembre de 2009

La pipa y el peine

Una pareja estaba preparándose para celebrar su aniversario de bodas. El marido y la mujer trataban de encontrar un regalo adecuado para dárselo cuando llegara la fecha.
Tenían amor, pero no dinero. Él decidió vender su pipa y, con el dinero, compró un peine para ella.

Cuando se encontraron para darse los regalos, ambos recibieron la mayor de las sorpresas, porque ella había cortado su hermosa cabellera y la había vendido para comprar tabaco de pipa para él.

Cuento de origen desconocido.

viernes, 25 de diciembre de 2009

La uva y el vino

Un hombre de las viñas habló, en agonía, al oído de Marcela. Antes de morir, le reveló su secreto:

— La uva —le susurró— está hecha de vino.

Marcela Pérez-Silva me lo contó, y yo pensé: “Si la uva está hecha de vino, quizá nosotros somos las palabras que cuentan lo que somos”.

Cuento de Eduardo Galeano.